Después de tanto contar despedidas y mas despedidas, ya llega lo realmente interesante y aquello para lo cual fue creado este blog, nuestras aventuras por Dublín.
El primer día, la verdad es que fue bastante corto, ya que llegamos al aeropuerto mas allá de las once de la noche, y entre unas cosas y otras eran las doce, cuando entramos a nuestro querido hostel. En el hostel, no sabíamos que nos podíamos encontrar, ya que no teníamos referencias e íbamos a una habitación compartida con otras dos personas que no conocíamos de nada (si veis a mi madre omitir esta parte). La primera sorpresa se la llevo Lorena cuando al abrir la puerta de la habitación lo primero que vio fue a in tío en calzones, si,si en calzones, je,je que bueno.
Nada mas a dormir.
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